Las guerras provocan estragos a nivel económico, como en Ucrania con el gas o los cereales, o a nivel social, como en Gaza con las decenas de miles de civiles muertos y desplazados. Sin embargo, los conflictos armados también afectan al medioambiente: desde la contaminación del suelo al efecto invernadero. Este último factor se ha agravado con la guerra en Oriente Próximo debido a que los buques de mercancías se ven obligados a tomar rutas más largas, aumentando la contaminación en el transporte.
Así lo apuntó el lunes el secretario general de la Organización Marítima Internacional (OMI), Arsenio Domínguez, durante un acto en Barcelona para celebrar el Día Marítimo Mundial, señalando que esta problemática "contradice todo el avance que estamos realizando en cuanto a la reducción de gases de efecto invernadero, sin embargo, la OMI va a seguir trabajando con todas las partes del sector, con todos los países miembros, para seguir enfocándose en mejorar".
Domínguez participó en el acto junto al ministro de Transportes y Movilidad Sostenible, Óscar Puente; la teniente de alcalde de Barcelona, Maria Eugènia Gay, y el presidente del Puerto de Barcelona, Lluís Salvadó. Asimismo, explicó que "los problemas geopolíticos a nivel global están poniendo retos adicionales a la OMI", y ha recordado que este organismo se fundó para mejorar la seguridad a bordo de los buques.
Domínguez señaló que desde la OMI saben que tienen retos a abordar: "También existen muchísimas oportunidades y tenemos que ser un poco más positivos a veces en la forma que abordamos todo esto al transporte marítimo internacional".
Algunos buques esquivan Europa
El ministro Puente urgió de la misma manera a aprobar "una regulación global" de los derechos de emisiones en el transporte marítimo y ha alertado que, sin ella, el sector puede acabar alejándose de los objetivos actuales de descarbonización. "La necesidad de regular esta materia a nivel global es ineludible", ha sostenido Puente, durante su participación en el evento paralelo del World Maritime Day, organizado por la conferencia de la Organización Marítima Internacional (OMI).
Puente mostró preocupado por el hecho de que algunos buques de mercancías están cambiando sus rutas para no pasar por territorio europeo y no tener que cumplir así con la normativa. "La normativa territorializada no es útil y puede crear distorsiones que nos alejará del objetivo de descarbonización del transporte marítimo para el 2050", dijo, tras señalar que hay un tráfico que se está desviando hacia el norte de África.
En esta línea, instó a los países de la UE a "ir todos a una" a la hora de buscar un sistema "homogéneo" de derechos de emisión, conocidos como ETS. "Habrá que buscar un sistema global que no perjudique a los países en desarrollo porque, sino, no se aplicará y nos encontraremos con que no podremos frenar el fenómeno del calentamiento global", apuntó.
Aprobado el nuevo marco global de derechos de emisiones
La OMI, que depende de la ONU, acordó ya hace unas semanas aprobar un marco global de derechos de emisiones que pueda estar en vigor en 2027 y se ha marcado abril de 2025 como fecha para contar con un primer esqueleto jurídico. El ministro de Transportes ha señalado que una norma homogénea a nivel internacional haría bajar los derechos de emisión a pagar "porque estarían más repartidos".
Por su parte, Dominguez se mostró convencido durante su participación en el evento en que se cumplirán los plazos marcados para acordar las nueva normas ETS, "tal y como avanzan las conversaciones en la organización". De todas formas, alertó de que "se trata de una transición" y que el nuevo escenario "no se va a dar de la noche al día".
Además, apuntó que este cambio de las normas para garantizar el avance en la descarbonización del sector "va a tener un coste y no lo podemos negar". "La economía de escala va a jugar un papel y la situación se estabilizará en la medida en que se produzca más combustible alternativo", dijo.
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