El abuso del alcohol es un problema muy serio que viven millones de familias cada día, pero cuando eres una estrella del pop, cualquier dificultad que tengan los tuyos puede hacerse pública de la manera más incómoda. Eso mismo es lo que le ha pasado a Rihanna: vivió cómo su padre se emborrachaba y perdía los papeles durante la gran fiesta que la cantante daba en Los Angeles, por lo que acabó siendo expulsado.