El capital riesgo español pierde una de sus piezas más relevantes en los últimos años. Impala Capital, sucesor del original Suala Capital que fundó Ana Patricia Botín, acaba de ser liquidado después de dos complicados ejercicios en los que fue incapaz de levantar el suficiente capital para acometer nuevas inversiones. Atrás queda un periodo de diez años marcados por operaciones que animaron el sector aunque no todas llegaron a buen puerto.