"Necesitamos un mayor cortafuegos. Sin él, países como España e Italia, fundamentalmente capaces de pagar sus deudas, podrían verse arrastrados a una crisis de solvencia por costes de financiaciación anormalmente elevados", advirtió Lagarde en un discurso pronunciado en Berlín, donde alertó de las implicaciones "desastrosas para la estabilidad sistémica".