La última reforma de la ley que regula el conflicto de intereses en los altos cargos del Gobierno data de 2009 y tiene tantos agujeros que permitió a la ex ministra de Cultura Ángeles González Sinde intentar legislar sobre los derechos de autor a pesar de tener intereses personales y familiares directos en la industria del cine. La conocida como ‘ley Sinde’ quedó finalmente aparcada por otros motivos, pero en ningún momento la interesada planteó su inhibición, a pesar de las presiones ejercidas por los internautas.