Sí, papá, el que a regañadientes te deja el coche, el que no entiende tu aspecto hipster y al que todas tus faldas le parecen demasiado cortas. El mismo que te echa una mano montando los muebles de Ikea y se ocupa de esas gestiones para las que nunca tienes tiempo. Pero, por encima de estas minucias, esa persona que no duda en privarse de cualquier cosa por tu bienestar (y no hablamos del pincho de tortilla del anuncio). Agradéceselo todos los días, y también, el 19 de marzo.