Con un valor bursátil cercano a los 8.000 millones de euros y un beneficio neto que durante los últimos tres ejercicios (2008, 2009 y 2010) ha superado los mil millones de euros, Energías de Portugal (EDP) pasa a manos extranjeras 23 años después de dejar de ser un monopolio público.El Estado luso, que se desprende así de un 21,35 por ciento del capital en EDP y mantendrá casi un 4 por ciento más, ingresará por la venta 2.693 millones de euros, más de la mitad de lo que espera percibir Portugal con su programa de privatizaciones.