Los amantes del universo de James Bond se darán cuenta en la capital alemana que la realidad del espionaje también puede superar a la ficción. Gadgets increíbles de los espías del siglo pasado están expuestos desde este otoño en el ‘Spy Museum Berlin’. En su conjunto, esta particular muestra ofrece un nutrido homenaje al espionaje presente y pasado en forma de instalaciones, objetos y obras multimedia.

La canciller alemana ha apostado por un móvil de la marca canadiense BlackBerry para repeler a los espías que tanto parecen haberla escuchado hablar por teléfono en los últimos lustros. Se trata de un modelo BlackBerry Q10 con importantes aportes tecnológicos de seguridad realizados por una firma alemana especializada en la encriptación de comunicaciones. El popular diario germano Bild ha celebrado que ahora Angela Merkel esté a la última en telefonía móvil. Ese lujo -necesidad para la jefa del Gobierno teutón- no está al alcance de todos.

¿A quién no le gusta una buena novela de espías o ha disfrutado con una más que entretenida peli de agentes tomando un combinado de vodka agitado, no batido? ¿Quién no se ha metido en imposibles tramas con héroes glamurosos o con más recursos que Macgiver en un Leroy Merlin? ¿Quién no se ha sentido uno un poco con la suerte de que el eterno Q te preparara el perfecto gadget cuando hemos adquirido el último teléfono móvil con videoconferencia, microcámara, GPS, y seguro que con una app para detonar el silo de misiles?

Ninguna crítica hacia los servicios secretos españoles y muchas dudas sobre la actuación de la inteligencia americana. Esto es lo que han suscitado en los principales grupos parlamentarios las explicaciones dadas esta mañana en el Congreso a puerta cerrada por el director del CNI, el general Félix Sanz, quien ha comparecido a propuesta del Gobierno para dar cuenta de las actividades de la Agencia Nacional de Seguridad estadounidense.