El último escrito del magistrado es todo un ajuste de cuentas con los abogados de la infanta Cristina en general y con el expolítico en particular, al que acusa no sólo de “faltar a la verdad” sino también de manipular a los medios y de presentar recursos “cansinos”. Los letrados han llegado a acusar al magistrado de dar más importancia a Manos Limpias que al Supremo y de filtrar sus autos. Castro se despacha a gusto en su resolución.

La batalla entre el juez y el fiscal del caso Nóos no ha terminado pese a que sí lo ha hecho la instrucción del caso. En su último auto, el magistrado se niega a citar al contable arrepentido después de que él rechazara comparecer ante el juez y califica de “extemporáneo” el escrito. El CGPJ y el Consejo Fiscal pidieron a ambas partes respeto.