El conflicto surgido en torno a la familia Álvarez, fundador del gigante del sector servicios Eulen y propietaria de las bodegas Vega Sicilia, tuvo un claro componente económico que comenzó a manifestarse cuando David Álvarez y dos de sus hijos fueron destituidos por sorpresa de El Enebro, la instrumental familiar. Sus cinco hijos restantes tomaron el poder y la gestión de la compañía y sus primeras medidas consistieron en un notable incremento de sus sueldos como administradores de la compañía.