Felipe VI ha sido recibido y despedido con una enorme ovación en la cita anual más importante de los empresarios familiares. Los dueños de compañías que perviven generación tras generación agradecen la estabilidad que emana la figura del monarca, de ahí que su mera presencia despierte auténticas pasiones. El Rey ha sido el encargado de clausurar este martes en Santander el congreso del Instituto de la Empresa Familiar (IEF). Y lo ha hecho con un mensaje claro de apoyo: "Quiero agradeceros vuestra implicación y vuestro esfuerzo, por ser un pilar fundamental de nuestra economía y de nuestra sociedad".
El agradecimiento a los empresarios ha ido más allá: por mantenterse "fieles" a unos valores que contribuyen al "bien común". Felipe VI ha reivindicado la figura de las empresas familiares, por su implicación con sus respectivos territorios, "combinada con una visión a largo plazo". En este sentido, ha recordado que los municipios que cuentan con empresas familiares se convierten "en enclaves o polos con claras oportunidades de progreso y crecimiento".
En un entorno caractizado por la incertidumbre política -tanto nacional como internacional-, el Rey ha señalado la importancia de adaptarse y abrirse a la innovación y la adopción de nuevas tecnologías. De lo contrario, no habrá progreso. "Desempeñáis un papel clave en la estabilidad y bienestar, de empleados y clientes, pero también de la sociedad en general", ha recordado. "Habéis interiorizado bien lo que realmente significa mirar siempre hacia delante, transmitiendo así un mensaje de confianza", ha concluido.
La reivindicación de los empresarios
En la clausura del congreso del IEF ha participado la ministra de Inclusión y Seguridad Social, Elma Sáinz. Suyo ha sido el papel de representar al Gobierno, después de que Pedro Sánchez rechazara la invitación de la organización empresarial. La ministra ha puesto en valor el escudo que el Ejecutivo desplegó durante la pandemia, que permitió una rápida recuperación del empleo en las empresas familiares.
Antes de la ministra, ha intervenido el presidente del IEF, Ignacio Rivera. El empresario, que lidera también la cervecera gallega Hijos de Rivera (Estrella Galicia), ha hecho una llamada al "consenso", como vía para garantizar la competitividad de las compañías españolas. "El futuro está lleno de desafíos y retos sociopolíticos. Pero los empresarios tenemos que ser optimistas y tener hambre", ha asegurado.
Rivera ha admitido la existencia de "discrepancias" entre el mundo empresarial y político, pero también ha recordado que hay "muchas afinidades". "España es un ejemplo por la transición que ha hecho", ha recordado. Eso sí, el empresario ha advertido de que elementos como la presión fiscal o el marco regulatorio tienen un impacto directo en la competitividad. "No podemos pasarnos de rosca", ha concluido.
El IEF suma más de 171.000 millones de facturación anual y sus empresas tienen en nómina a un millón de trabajadores. Para hacerse una idea del peso de este coletivo, basta con recordar que entre sus 1.800 asociados están compañías de la talla de Mercadona, Ferrovial, Acciona, Puig o Gestamp.
El 'ánimo' de los empresarios
En el Congreso Anual del IEF, los empresarios han podido intercambiar opiniones sobre la situación economica y política. Un botón de muestra es la encuesta que la organización hizo en tiempo real este lunes entre los más de 600 asistentes. El 60% tiene claro que los "cambios regulatorios" son el "riesgo más relevante" que afronta la economía y la competitividad de este país. Pese a todo, sólo un 10% cree que tendrá que reducir plantilla en 2025 y el 60% confía en incrementar su facturación. En la edición de este año se respira menos abatimiento, pese a que el panorama político no es, precisamente, alentador. "Los empresarios tenemos que centrarnos en lo nuestro", coincidían en Santander esta semana algunos empresarios.
Las compañías sí se muestran muy pesimistas con los fondos europeos. Un 55% ni siquiera los ha pedido. Y sólo un 3% asegura que las ayudas han tenido un impacto positivo en su actividad. Eso quiere decir que hay un 97% de empresas que no han notado ningún tipo de impacto, pese al tremendo 'manguerazo' de dinero (más de 70.000 millones) que el Gobierno tiene a su disposición para proyectos transformadores.
Duras críticas de Feijóo
Por la capital cántabra pasó también este lunes Alberto Núñez Feijóo. El líder del PP aprovechó para enumerar una larga lista de reproches al Gobierno. Criticó el fuerte aumento de la deuda pública registrado durante el mandato de Sánchez (425.000 millones). "Hay mucha diferencia con un crecimiento sólido y sano", recalcó, antes de añadir: "España necesita más empresas y menos ministros".
"España necesita empresarios valientes y un Gobierno que ponga que ponga la políltica al servicio de la gente, no de su propia supervivencia", señaló Feijóo. El político gallego insistió también en la importancia de luchar contra la "polarización", otro de esos "muros" que impiden a las empresas y al propio país crecer como merece. "Sánchez está conduciendo a España a una situación de decadencia. La serie de escándalos demuestra que se está abandonando el deber de cualquier gobierno: mejorar las excpectavias de los ciudadanos", concluyó.
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