Juan José Omella Omella, de origen aragonés, es actualmente el arzobispo de Barcelona y presidente de la Conferencia Episcopal española de máxima confianza del Papa Franciso. Desde su ordenación en 1996, ha ejercido como obispo auxiliar de Zaragoza, obispo de Barbastro, de Calahorra y en el obispado de La Calzada-Logroño y, finalmente, ascendió a cardenal (si bien en esta palabra es delicada a la hora de referirse a denominaciones religiosas) cuando en 2017 el actual pontífice le otorgó el título de la Santa Cruz de Jerusalén.
Más tarde, ya en 2020, los obispos españoles le eligieron como nuevo presidente de la Conferencia Episcopal Española (CEE) hasta 2024 en una segunda votación por delante del franciscano Jesús Sanz Montes y el cardenal Carlos Osoro, que fue elegido como vicepresidente del órgano. Desde entonces, Omella ejerce como 'portavoz' que integra a todos los obispos de las diócesis de España bajo su ministerio, una elección de la mayoría de los obispos que claramente tomaba la dirección del Vaticano siguiendo la línea 'progresista' de las preferencias del Papa y que llegaba en un momento sensible en el panorama nacional. Actualmente, también cabe destacar la emergencia de la figura del cardenal y arzobispo Madrid, Don José Cobo Cano, como nombre que resuena en la sucesión de Omella al frente de la CEE y como nuevo miembro designado por el Papa en el Dicasterio para los Obispos, junto con el obispo de Teruel, José Antonio Satué,
Con fama de negociador y conciliador, su mandato se estrenaba en un momento en el que la curia española ha negociado los acuerdos entre el Gobierno socialista y la Santa Sede en lo referente a los bienes inmatriculados de la iglesia, que finalmente salieron adelante cuando la Iglesia española pactaba con el Ministro de la Presidencia, Félix Bolaños, renunciar a las exenciones de los impuestos sobre las Construcciones, Instalaciones y Obras (ICIO) y los que repercutían a las Contribuciones Especiales.
A esto cabe añadir el trabajo por parte de la CEE por dotarse de una mayor transparencia en los casos de abusos sexuales por parte de religiosos y religiosas con la iniciativa novedosa de la elaboración de un informe de siete volúmenes que busca dar a conocer esta realidad con fuentes contrastadas en un trabajo documental actualizado y también optimizar los protocolos de prevención.
Mediación entre Rajoy y Puigdemont
Su papel de mediador tiene hemeroteca. Intentó negociar en los primeros compases del procés cuando Mariano Rajoy era presidente del Gobierno e intercambió conversaciones tanto con el exlíder del PP y con el mismo Puigdemont. Reconoció en una entrevista en Catalunya Radio haber intentado mediar en un gran "momento de tensión" y que ambos "le escucharon".
Finalmente, Omella está asumiendo cada vez más peso como confidente del Papa tras haber sido nombrado padre sinodal en la nueva etapa que implica el arranque del Sínodo de la Sinodalidad, un proceso de escucha y diálogo que comenzó en 2021 a petición del Papa con una consulta mundial sobre temas que preocupan a la Iglesia para discernir el futuro de la institución. Omella, que actualmente se encuentra inmerso en la 16 Asamblea General Ordinaria del Sínodo de los Obispos, se sitúa como la única voz española dentro del Consejo Ordinario, un grupo clave en este proceso de consulta en el que participan otros 15 altos cargos religiosos mundiales. Esta reunión está teniendo lugar actualmente en el Vaticano hasta el 29 de octubre.
La designación de Omella para este cometido revela la confianza papal en su persona como uno de los máximos representantes mundiales a la hora de pivotar la 'reforma' de la Iglesia. Además, desde marzo forma parte del grupo permanente de cardenales que aconseja al Papa Francisco en el gobierno de la institución. Junto con él también han sido elegidos otros representantes españoles en la Asamblea Plenaria del Sínodo como el arzobispo emérito de Zaragonza, Vicente Jiménez Zapora, el arzobispo de Valladolid, Luis Argüello y el obispo de Solsona, Francesc Conesa.
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Jmb
Hombre de confianza del Papa... De este Papa. Sin comentarios.
Kj26
Siempre tuve la impresión que el cardenal Omella era arzobispo de Barcelona y presidente de la Conferencia Episcopal por interés de los secesionistas. Observen, el secesionismo avanza poniendo peones en instituciones y centros de poder. 'Pepe' a la UGT, Omella a la Conferencia episcopal. Otro con visto bueno de 'lo vasco' para CCOO y para la dirección empresarial. Estas instituciones fueron en algún momento obstáculo para los planes secesionistas. Pararon, pensaron la solución y actuaron. En este momento, ni aún la más aciaga de las pretensiones de los secesionistas/ex-terroristas encontrará la más mínima objeción por parte de estas instituciones. Están controladas por el secesionismo. Ellos si tiene un plan.
Ojeador
Por este individuo y sus "monaguillos", supongo que la única iglesia católica catalana que no ha visto reducir sus visitantes es La Sagrada Familia de Barcelona. La pena es que, en esa iglesia, el 80% (más o menos) son chinos haciéndose "selfies", y el resto albañiles en el tajo ...................
Burckhardt7
Una iglesia que quiere hacer comulgar a los españoles con ruedas de molino puede conseguir un milagro como que el PP se vuelva un partido laico y exija a la iglesia lo mismo que a cualquier otra confesión sin favoritismo y probablemente mirando licencias y permisos con lupa
Golfos
Vaya sicario golfo, del sinvergüenza del papa.
Urente
Parece claro que esté Papa odia a España...
valdeves
Un Papa que defiende a los montoneros y que es seguidor de los expoliadores argentinos, los fernandez Kirchner, no me extraña en absoluto que se ponga de parte de los separatistas
valdeves
Un Papa que defiende a los montoneros y que es seguidor de los expoliadores argentinos, los fernandez Kirchner, no me extraña en absoluto que se ponga de parte de los separatistas. Si como parece prospera toda esta labor izquierdosa de la actual Iglesia no me extrañaria que la gente deje de aportar a todas las organizaciones eclesiaticas y deje de asistir a las parroquias, Bastantes problemas tiene la Iglesia para encima meterse en temas politicos.