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Las fricciones en la cúpula de RTVE vuelven a retrasar las oposiciones por 700 plazas

La celebración de estos exámenes lleva varios meses de retraso, lo que ha incrementado la 'temporalidad' y los problemas en los centros de trabajo de la corporación

  • Complejo de RTVE en Prado del Rey. -

Fue el 22 de diciembre de 2020 cuando el Boletín Oficial del Estado publicó el tercer convenio colectivo de Radiotelevisión Española. El texto incluía una actualización de las condiciones laborales de los trabajadores de la corporación, pero también daba pie a la convocatoria de las primeras oposiciones en más de una década para sus centros de trabajo.

En este tiempo, Rosa María Mateo cesó en su puesto y tomó posesión un nuevo Consejo de Administración y un presidente que fue elegido por una robusta mayoría en el Congreso: José Manuel Pérez Tornero. Eso sí, los exámenes para ‘entrar’ en RTVE no se han celebrado y no parece que se vaya a hacer en el corto plazo, según coinciden las fuentes sindicales y del órgano de Gobierno de la corporación a las que ha consultado este periódico.

Oficialmente, RTVE no ha respondido a la solicitud de información de este medio.

Hace varios meses que los sindicatos de la corporación fueron informados de la intención de la empresa –consensuada con Hacienda- de cubrir 767 plazas vacantes a través de un proceso de oposición, que se realizaría tras los sucesivos procesos de traslados y de promoción interna.

Desde USO y CCOO han sido especialmente críticos con la opacidad del equipo directivo de la corporación sobre este proceso, así como con los sucesivos retrasos en su celebración.

No hay fecha, no hay temarios, no hay bases, no hay tribunales. Todo lleva a pensar que no hay intención alguna de convocar las oposiciones en tiempo y forma. Los plazos comprometidos por el presidente de la corporación en el Congreso de los diputados han saltado por los aires y a nadie parece preocupar”, expresaba CCOO en un reciente comunicado, distribuido entre los trabajadores de la casa.

Dudas en el Consejo de RTVE

Un consejero de RTVE explica a Vozpópuli que antes de las vacaciones del verano se planteó en el órgano de Gobierno la cuestión de las oposiciones y surgió una discrepancia entre Pérez Tornero y una parte de este órgano por la forma en la que debían ser convocadas las plazas.

En concreto, un consejero apuntó que la estructura de personal de la empresa no podía ser modificada sin que el Consejo de Administración de RTVE lo aprobara, algo sobre lo que el equipo directivo de la corporación manifestó sus dudas.

De hecho, Pérez Tornero se comprometió en ese encuentro –siempre según estas fuentes- a consultar a los servicios jurídicos de la empresa para determinar si, por ley, son el presidente y su equipo directivo quienes tienen que tomar la última decisión sobre las plazas que saldrán ‘a examen’ o el Consejo de Administración.

Desde USO, inciden en que la demora en el proceso ha generado un serio problema laboral en esta entidad de la Sociedad Estatal de Participaciones Industriales. ¿Por qué? Porque desde que se aprobó el convenio colectivo se han producido 360 salidas al año en RTVE –y el número se mantendrá en los próximos ejercicios- se personal que se ha acogido a un plan de prejubilaciones voluntarias y jubilaciones forzosas a los 65.

Esto ha obligado a los responsables de la corporación a recurrir a la contratación temporal para cubrir las vacantes que se han producido en la empresa, que se calcula que ascienden a 1.500 personas, de una plantilla de 6.500 empleados que no debería superar más del 10% de contratos con ‘fecha de finalización’.

En 2019, había más trabajadores con 68 años o más (19) que menores de 30 años (13). El principal grupo de edad era el de trabajadores de 58 años (hoy 60), con 384 efectivos, por delante del de 60 años, que contaba con 363 personas.

La falta de procesos de oposición -desde 2008- y de planes de bajas incentivadas durante varios años -explican fuentes internas- provocarán que el proceso de rejuvenecimiento de la plantilla que se inició con el programa de prejubilaciones que se aprobó en 2019 tenga un menor efecto de lo esperado. Básicamente, porque en 2030 casi uno de cada cuatro trabajadores se estima que se encontrarán en edad de prejubilación y eso producirá un efecto similar al actual, pues la edad de la plantilla seguirá siendo elevada.

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