Ángel Ron no percibirá indemnización por el cese de su actividad como presidente del Banco Popular, pero se marcha con un plan de pensiones que asciende a 23 millones de euros. Fuentes del banco indican que  el cobro de esa cantidad es consecuencia de los derechos  acumulados por Ron a lo largo de 32 años en la entidad y responden a una política de retribución conservadora.

La anunciada ampliación de capital es el remedio a la metástasis del ladrillo y a sus pobres coberturas -las más bajas de todo el sector- desde que Oliver Wyman entró en las entrañas del Popular y alarmó de ello en lo más duro de la crisis.