Justo en un momento de incertidumbre, el sector del libro sufre la desaparición de la Dirección Nacional del Libro, Archivo y Bibliotecas y su refundición  por una parte en Industrias Culturales y la otra,  Archivos y Bibliotecas, en la Dirección de Bellas Artes y Bienes Culturales. En el proceso, la persona encargada de asumir las competencias de Rogelio Blanco, no ha sido nombrada. Es decir, nadie sabe; nadie contesta.