Los más optimistas sugieren que la humanidad saldrá fortalecida de esta crisis aprendiendo de sus excesos y errores del pasado

El capitalismo y el liberalismo siguen tan vivos como siempre. Sólo ocurre que una serie de líderes políticos adocenados, flemáticos o negligentes han dejado avanzar impasibles los nuevos rostros totalitarios

Una operación en la que es difícil, si no imposible, encontrar un hombre justo, alguien a quien salvar de la quema, porque todo huele a manipulado y podrido. Todo se ha precipitado por la inminencia de las elecciones generales, una circunstancia que pudo hacer pensar al propio Monzón en la posibilidad de salvar finalmente su cabeza después de soportar el asedio al que fue sometido desde la llegada al poder del PP.