Los dos grandes partidos han decidido por separado no servir de altavoces a las revelaciones que implican al rey Juan Carlos en la intentona golpista del 23-F, contenidas en un libro escrito por la periodista Pilar Urbano. Fuentes del PP y del PSOE coinciden en que el epicentro de estas revelaciones, muchas de ellas imposibles de contrastar, está en La Zarzuela, no en los protagonistas políticos de la época.

El rápido empeoramiento en el estado de salud de Adolfo Suárez y el temor a un inminente desenlace, expresado ayer por su hijo, han provocado un auténtico torrente de elogios por el papel conciliador que desempeñó en la Transición. Sin embargo, la triste noticia pilla a la clase política con el pie cambiado, sin haber sabido trabar acuerdos para acelerar la salida de la crisis económica más grave que se recuerda desde la segunda Guerra Mundial ni tampoco frente al desafío soberanista en Cataluña.