La avería de la tuneladora Bertha, la mayor del mundo, está causando múltiples problemas a Dragados, filial de construcción de ACS, que figura en el consorcio que se encarga de la construcción de un túnel en Seattle. Después de cuatro meses sin que la máquina esté operativa, las primeras denuncias han empezado a llegar a los tribunales locales. Un grupo de ciudadanos, contrarios a que la obra se lleva a cabo, han reclamado que el proyecto del túnel requiera de un nuevo informe de impacto ambiental. La reparación de Bertha va para largo.

ACS ha vuelto a pescar en Arabia Saudí. Su filial Dragados Gulf ha conseguido un contrato, valorado en unos 400 millones de dólares, para la construcción de una planta industrial en Jubail. Se trata del mayor contrato logrado por el grupo constructor español en el país asiático, al margen de su participación en el consorcio que ejecuta la línea de alta velocidad entre La Meca y Medina, a través de su filial Cobra.

ACS aun no ha concluido el capítulo de desinversiones. Tras vender sus participaciones en compañías como Iberdrola y Abertis, además de algunos activos de energías renovables, el grupo constructor también ha puesto en el mercado activos inmobiliarios. Entre ellos destaca la sede de su cabecera de construcción, Dragados, situada en el barrio de Las Tablas, al norte de Madrid. Aseguradoras y fondos de inversión ya se han interesado por el inmueble.

La constructora alemana Hochtief, controlada por ACS, está condenada a repetir la historia que han tenido las empresas que han sido adquiridas por el grupo que preside Florentino Pérez. Es decir, empezar a adelgazar de forma progresiva a través de ventas de activos con las que ACS hace caja. Ocurrió con Dragados y, en menor medida, con Unión Fenosa. Tras el fallido asalto a Iberdrola, es el turno de Hochtief. El consejo del pasado jueves dictó la sentencia definitiva. 

La sociedad encargada de gestionar el contrato para la construcción y explotación de la línea de alta velocidad entre La Meca y Medina ha modificado su estructura para contar con un consejero delegado que asuma las principales ejecutivas. Para ello se ha optado por que el elegido no sea representante de ninguna de las compañías que conforman el consorcio. El nuevo CEO es Rafael Valero, que fue consejero delegado de Tecsa, empresa integrada en Dragados.

Tres grupos constructores españoles aspiran a llevarse un contrato para la renovación del intercambiador de Bank Station, en Londres, valorado en 500 millones de libras (unos 600 millones de euros). Se trata de Ferrovial y FCC (que acuden en sendos consorcios junto con empresas locales) y ACS, que lo hace en solitario a través de su cabecera de construcción, Dragados.