En su 'Informe sobre Trabajo en el Mundo 2011', la OIT añade además que es preciso un ajuste de las políticas en materia de educación, competencias profesionales y formación al nuevo modelo de crecimiento, así como promover las políticas activas de empleo al tiempo que se presta apoyo adecuado a los desempleados. En cuarto lugar, defiende que continúen los esfuerzos por reducir la temporalidad.