El 6 de noviembre pasado, el Departamento de Territorio y Sostenibilidad de la Generalitat de Catalunya adjudicó a un consorcio liderado por la división de aguas de Acciona (39%) la gestión de la sociedad Aguas del Ter y Llobregat (ATLL) por un periodo de 50 años y un desembolso de casi mil millones de euros. Pero el 23 del mismo mes saltó la liebre. Agbar interponía recurso contra esa adjudicación.