Como en aquella desternillante escena de “Mujeres al borde de un ataque de nervios” en la que Candela (María Barranco) se queja amargamente de “lo mal que se ha portado conmigo el mundo árabe” a cuenta del lío en que le ha metido su novio, un supuesto terrorista chiita, también cabría decir que el mundo de la derecha española se ha portado muy mal con Gustavo Manuel de Arístegui y San Román, porque después de un noviazgo de años, en los cuales el diplomático madrileño representó por activa y pasiva la voz el PP en materia de