Hace justamente un año, Inmobiliaria Colonial ejecutó un espectacular contrasplit 100 por 1 para evitar movimientos especulativos con sus títulos, que cotizaban a poco más de cinco céntimos. Doce meses después, la compañía ha perdido la referencia del euro por acción, lo que significa que, una vez descontado el contrasplit, los inversores no están dispuestos a pagar ni un céntimo por una acción de la compañía. Y, en este caso, no es una frase hecha.