Los empresarios valencianos rompen la sintonía con Fabra, el Círculo de Economía de Murcia arremete contra Valcárcel, la relación entre la patronal aragonesa y Rudi se enfría, la catalana dividida, la castellano-leonesa critica a Herrera en privado… La crisis, la morosidad y algunas medidas controvertidas configuran un nuevo escenario social.

Ahogadas por los pagos millonarios que les adeudan las administraciones autonómicas y locales, las empresas españolas se mueven. La semana pasada fue un punto de inflexión, con dos medidas que suponen una de cal y otra de arena. Por un lado, el ministro de Hacienda, Cristóbal Montoro, avanzó el miércoles que la gran banca adelantará gran parte de los 30.000 millones que comunidades autónomas y ayuntamientos deben a sus proveedores.

Para conseguir la presidencia de la patronal, Juan Rosell pregonaba hace poco más de un año que recortaría “drásticamente” las vicepresidencias de la CEOE si accedía al cargo. Así fue: de los 21 vicepresidentes que se encontró, una herencia de las etapas de Cuevas y Díaz-Ferrán, Rosell rebajó el número a ocho. "Quiero un equipo reducido porque pretendo consensuar todas las decisiones", dijo en su día.