Algunos de estos consejeros se han dirigido al PSOE para que agite la oposición contra la unificación de estos organismos por considerar que contraviene algunas directivas comunitarias. La mayoría, en cambio, prefiere que los socialistas no armen mucho lío porque están satisfechos con el retiro de lujo que les espera: dos años de sueldo sin trabajar a cambio de respetar las incompatibilidades a las que les obliga la ley de altos cargos. En realidad, podrán llevar vida de ex ministros disfrutando de todos sus privilegios.

El Gobierno todavía no tiene cerrada la reordenación de la Comisión Nacional de la Energía (CNE) y de la Comisión Nacional de las Telecomunicaciones (CMT) en torno a la Comisión Nacional de Competencia. Si se mantiene el esquema lógico que ha manejado el PP en los últimos meses, los dos primeros organismos colgarían del tercero con una composición más reducida y técnica. Así, la CNC se convertiría en un órgano horizontal bajo dependencia de Economía o de Industria.

El Gobierno ha acordado la constitución de un grupo de trabajo para que en "breve plazo" presente una reforma integral de los organismos reguladores con el objetivo de "simplificar al máximo su número".En la rueda de prensa posterior al Consejo de Ministros, la vicepresidenta del Ejecutivo, Soraya Saénz de Santamaría, ha explicado que el grupo lo integrarán los Ministerios de Economía y Competitividad, Hacienda y Administraciones Públicas, Fomento y Sanidad, Servicios Sociales e Igualdad.

En el reciente historial parlamentario del nacionalismo hay ejemplos para todo. En unos casos, CiU votó a favor de la investidura de los sucesivos presidentes de gobierno, como hizo con Aznar en 2000 y, en otros, en contra. Una secuencia parecida encontramos en el PNV. En esta ocasión, el próximo 20 de diciembre ambos grupos se decantarán por la abstención cuando Mariano Rajoy se someta a su bautizo como jefe del Ejecutivo.

Se trata de una ‘limpieza’ ordenada que se encauzará, además, desde la Comisión de Economía del Congreso. Será allí donde se someta a votación la memoria anual de cada organismo regulador y, según la reforma que prepara el PP, su rechazo llevará implícita la revocación de sus máximos responsables. Si los pronósticos de las encuestas se cumplen y el nuevo Gobierno dispone de mayoría absoluta, no tendrá problema alguno para cortar por lo sano con la herencia recibida de la vicepresidenta Elena Salgado.