Ya se sabe que los Reyes Magos tienen el don de la ubicuidad. Y gracias a que sus majestades se las arreglan para estar presentes en decenas de ciudades españolas al mismo tiempo, quienes queramos verlos en vivo y en directo podemos ahorrarnos lo de aguardar impacientes toda la noche junto a nuestro zapato esperando que aparezcan. 

No es por incordiar, pero te quedan escasas horas para enviar la carta a los Reyes Magos. Y ya sabes que Sus Majestades tienen que sortear los atascos en las calles y, en el mejor de los casos, las colas en las tiendas si con suerte no está agotado el regalo que buscan. En fin: les echamos una mano.