El idilio entre ACS y Société Générale (SG) continúa por más que el grupo constructor haya decidido poner fin a su aventura en Iberdrola, que contaba con la entidad francesa como principal valedora y financiadora. El bróker de SG emitió una nota en la que anunciaba la subida del precio objetivo de la constructora que preside Florentino Pérez hasta 23,4 euros, algo más de un 15% por encima de su anterior estimación. La entidad gala sigue siendo uno de los principales financiadores de ACS, sobre todo en su filial de servicios Urbaser.

ACS culminó ayer una serie de días frenéticos en los que estuvo a punto de ver como parte de su participación en Iberdrola se esfumaba, ejecutada por bancos acreedores. Tan sólo seis meses después de su entrada en vigor, uno de los préstamos que sostienen la inversión del grupo constructor en Iberdrola entró en situación de amortización anticipada y el sindicato de bancos, liderados por BBVA, estaba dispuesto a quedarse con las garantías. Finalmente, Société Générale acudió, de nuevo, al rescate con una operación con la que el grupo constructor refinanció deuda por valor de 1.600 millones de euros.

La decisión de Moody's responde a un proceso de revisión iniciado el pasado mes de junio, señaló la agencia, que basa su decisión en las condiciones de financiación y en los indicadores macroeconómicos, con el deteriorado escenario de la zona euro de fondo.Moody's señaló, además, que el riesgo de que el Estado tenga que apoyar a esos tres grandes bancos sigue siendo "muy elevado", ante una posible degradación de los activos de las entidades señaladas.

El segundo mayor banco francés precisó que sus cuentas reflejan el impacto de diversos elementos atípicos, incluyendo un cargo de 333 millones de euros por la depreciación de su cartera de deuda pública de Grecia, que representa ya una merma del 60%.Por otro lado, los ingresos por intereses netos de SocGen se estabilizaron en 19.626 millones de euros, mientras que las provisiones por riesgo de crédito sumaron 3.255 millones, un 6,3% más.

En concreto, la entidad franco belga, a través de su filial Dexia Sabadell (de la que posee un 60%) representa uno de los principales papeles en el proceso de financiación de unas obras valoradas en 3.800 millones de euros. Los trabajos de la M-30 se financiaron principalmente con dos créditos, por un valor conjunto de 2.500 millones de euros. En ambos, Dexia, entidad especializada en financiación de obras públicas, figuró como entidad agente, junto a SG y Caja Madrid (hoy Bankia).