"No entremos en guerra con otros vertederos"; "aquí, por ahora, estamos en pacto de no agresión"; "cedamos Sevilla, no lancemos contraoferta". Mensajes de este tipo se extraen de los miles de emails que compañías como FCC, ACS, Ferrovial y Sacyr se cruzaban para repartirse contratos, clientes y territorios, ofertar precios a la baja y expulsar a posibles competidores, entre otras prácticas ilícitas.

El grupo ACS retomará la venta de una de las joyas de su corona, su filial de medio ambiente Urbaser. Una ligera mejora en la situación de los mercados y las necesidades de la compañía de aligerar su abultado endeudamiento han llevado a la compañía a volver a buscar comprador, junto a los últimos contratos ganados por la empresa, que la hace aún más atractiva. El grupo no quiere repetir la operación de otra de sus unidades del sector, Clece, a la que finalmente no ha podido dar salida en su totalidad. Por el momento, ACS ha simplificado la estructura de Urbaser.

ACS ha logrado refinanciar la deuda de su filial de medioambiente Urbaser a través de un crédito sindicado por valor de 506 millones de euros, con un vencimiento de tan sólo 30 meses. La compañía, que ha alcanzado el acuerdo con la banca in extremis, se ha dejado por el camino el apoyo de una decena de entidades financieras que se han caído del préstamo firmado en 2005, por valor de 650 millones de euros y con un vencimiento que doblaba el de la operación que ACS acaba de firmar.

La situación de Urbaser, filial de medio ambiente de ACS, preocupa especialmente a los responsables de la compañía. El próximo mes de mayo, el grupo de construcción y servicios debe hacer frente a un vencimiento de deuda de 800 millones de euros relacionado con Urbaser para lo que ha procedido a una reordenación de la misma, segregando algunas de sus filiales que más deuda acumulan. El grupo que preside Florentino Pérez sigue generando desconfianza entre sus principales socios, inquietos por la situación financiera de la empresa.

Urbaser ha conseguido su segundo contrato en Reino Unido en apenas tres semanas, en ambos casos de la mano de su socio británico Balfour Beatty y con el área de tratamiento de residuos como protagonista. Hace escasas horas, el consorcio que forman ambas empresas fue nombrado ofertante preferente de un contrato para la construcción y operación de una planta de tratamiento de residuos en Essex, valorado en algo más de 950 millones de euros.

Golpe de efecto de ACS en Reino Unido. La compañía presidida por Florentino Pérez se ha hecho con un gran contrato de tratamiento de residuos para su posterior transformación en energía por un plazo de 28 años y un importe de 500 millones de libras esterlinas (cerca de 600 millones de euros). El contrato ha sido adjudicado a un consorcio liderado por Balfour Beatty, uno de los principales grupos de infraestructuras del país.