Pérez se saltó el protocolo más esencial y no ofreció el turno de palabra a la primera autoridad del deporte español, quien difícilmente puede justificar su presencia en el acto de un club particular, y el presidente no nombró al técnico, al contrario que ocurrió en la era Mourinho, en la que incidía en que el Real Madrid tenía "al mejor entrenador del mundo". Multitudinaria asistencia de la prensa deportiva y agasajo del club con un libro firmado por Enrique Ortego sobre 'La Décima'.