El colectivo de trabajadores del hogar, gremio integrado abrumadoramente por mujeres, no ha querido saber demasiado de los beneficios que, en teoría, les reporta uno de los puntos del Pacto de Toledo, reformado hace justo un año por los agentes sociales. Desde el 1 de enero, los casi 300.000 amos de casa integrados en el régimen especial de empleados del hogar no han respondido masivamente a la llamada: solo algo más de 11.000 (menos de un 4%) se ha acogido al régimen general durante el pasado mes de enero.

 En virtud de este rango de precios, la compañía con sede en el Estado de Michigan obtendrá con la operación un importe de entre 529,7 y 577,8 millones de dólares (entre 385 y 420 millones de euros).Además, los precios establecidos suponen valorar a la compañía entre 7.220 y 7.880 millones de dólares (entre 5.240 y 5.718 millones de euros).

El servicio doméstico es de esos empleos que cuesta imaginárselos libres de mercado negro. Ahí va un ejemplo: de las 730.000 empleadas del hogar recogidas por la Encuesta de Población Activa, solo 295.000 (un 40%) cotizan a la Seguridad Social, según Trabajo. Pero la nueva reforma de las pensiones persigue acabar con esa masa de cerca de medio millón de trabajadoras del sector que escapan del sistema contributivo.