El mito de que hace falta al menos crecer un 2 por ciento para generar empleo se ha deshecho como un azucarillo. El Gobierno está exultante porque un análisis en profundidad de los últimos datos del mercado laboral revela que la creación de puestos de trabajo marcha a ritmos incluso superiores al PIB. Aunque lamentablemente eso no signifique que se pueda arreglar en un horizonte cercano el problema del paro.

El Gobierno intentó en vano hace dos semanas que el nuevo programa de estabilidad que España ha presentado a la Comisión Europea para corregir el déficit público viajara a Bruselas con el consenso del primer partido de la oposición. Fue una misión imposible debido a la cerrazón del PSOE, donde solo se comparte un denominador con el PP: la imposibilidad de alcanzar un amplio acuerdo de política económica que facilite la creación de empleo.

La Comisión Europea aceptó el viernes la propuesta de Merkel y Sarkozy de utilizar el sobrante de los fondos estructurales y de cohesión para fomentar el empleo en la eurozona. Los fondos de la Unión Europea disponen de una asignación de 350.000 millones de euros para el periodo 2007-2013. Un 25% de esa cantidad aún está sin asignar a ningún proyecto, un total de 82.000 millones que la propuesta franco-alemana pretende destinar a paliar uno de los mayores problemas de la zona euro: el desempleo.