Según diversos estudios, si un autobús choca a 30 kilómetros por hora, la probabilidad de mantener al niño retenido en su asiento es prácticamente nula, por lo que su uso es de vital importancia para que no salga despedido.Además, el uso del cinturón de seguridad reduciría las lesiones mortales en un cien por cien para todos los viajeros, en caso de impacto frontal.