¿Cómo sería una Cataluña gobernada con el apoyo de la formación antisistema e independentista radical de la CUP? Tras las elecciones catalanas del pasado 27 de septiembre, los 10 diputados de este grupo asambleario –sobre un total de 135 escaños- tienen la llave de la gobernabilidad para investir a Artur Mas o a otro presidente de Junts pel Sí (62 escaños). La CUP defiende la salida de Cataluña del euro, de la UE, expropiaciones y nacionalizaciones en los sectores del agua, industrial y de pisos vacíos.

El Gobierno se ha quedado sin fondos para más expropiaciones. Las alarmas han sonado en el Ministerio de Fomento porque todavía hay 150 millones pendientes de pago de enajenaciones de tierras que se realizaron en los últimos años, algunas incluso con sentencias judiciales ya firmes.

El Gobierno de Mariano Rajoy ha recibido una herencia envenenada del anterior Ejecutivo en el Ministerio de Fomento. La nueva titular del Departamento, Ana Pastor, se ha encontrado con una deuda de 600 millones de euros con las concesionarias de infraestructuras, con el agravante de que el dinero brilla por su ausencia. Las conversaciones con las compañías se han iniciado pero la solución se antoja complicada porque Fomento es una de las áreas en las que el actual Ejecutivo recortará gastos con mayor intensidad.