La autovía que une las localidades de Pamplona y Logroño, conocida como Autovía del Camino, es una de las que atraviesa un delicado momento. Al ya asumido descenso de los volúmenes de tráfico de vehículos derivado de la crisis se suma el problema de las consecuencias de los recortes presupuestarios en el Ministerio de Fomento, que afectan directamente a algunos accesos a la autovía. Los retrasos en las licitaciones y obras hacen imposible cumplir las previsiones de tráfico de vehículos y ponen en problemas a la concesionaria.