Estados Unidos, Israel y Arabia Saudí no quieren un Irán influyente, pero parecen encantados con que acabe armado nuclearmente, con un gobierno radicalizado y bajo la influencia de China

De la estupefacción al análisis frio de la realidad. En el Gobierno y en la dirección del PP, todavía no se sabe muy bien la respuesta que dar al ‘caso Bárcenas’ ante el caudal de informaciones comprometedoras para altos dirigentes del partido que puede seguir fluyendo en las próximas semanas, justamente cuando uno de los principales problemas que encara España, el desafío soberanista en Cataluña, hubiera podido quedar parcialmente desactivado por las graves acusaciones de corrupción que salpican a la familia Pujol.